20.4.12

Volar.

Siento vibrando tu voz
que me llama,
con cantos del ayer,
nos vemos en el cielo
mi amada, ser supremo
del amanecer.
Pérdida en los blancos
cristales te encontré,
sangraban las narices de
un amor que no curé.
Y veo en tus cabellos
el soplar del viento
en un pálido desierto
que desgrana la piel.
Tu sonrisa llenó mi alma
de hojas de papel.
Y en el sol del mediodía
un ave te vió desaparecer.
Se fue volando para no volver.
"Seamos quienes somos",
dijo la vida una vez.
Seamos quienes seamos
vayámonos con las aves
para no volver.

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