Me gustaron tus risas
Y me guarde unas cuantas
de esas que perdiste
entre las sábanas de mi cama.
Encontré cálidas tus caricias
Aun sabiendo que eran prestadas.
Tu cuerpo fue por un rato
Mi oasis en un seco páramo
Fue una rara unión
De la santidad y el pecado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario